Prison Break a la andaluza

Como si de una serie televisiva se tratara, dos presos se han fugado de la cárcel. Y no de una de Estados Unidos, no. De la de Sevilla-1. Repetimos: dos presos. Además, no estaban allí por robar un choricillo, no: cumplían condenas por diversos robos violentos y uno de ellos estaba preso preventivo por un homicidio cometido en Córdoba. ¡Tela!

La fuga se descubrió a las 7.45 horas de esta mañana, y no se sabe en qué momento de la noche se escaparon, porque la última vez que fueron vistos fue a las 21.30 de ayer. ¿Pero cómo, cómo lo han hecho? ¿Acaso uno de ellos tenía tatuados los planos de la cárcel en su cuerpazo? Pues no. La cosa ha sido más simple, como una lección de la navaja de Ockham. Se han escapado cuales ratas: ¡por el hueco de un ladrillo! Saltando por el tejado de la prisión, llegaron caminando hasta el muro y todo esto, sin que sonara ninguna alarma, según las fuentes de ElMundo.es.

Lo peor de todo no es la escasa vigilancia, las deficiencias de las instalaciones, la despreocupación, la ineficiencia y el pasotismo por el que hoy azotamos a Instituciones Penitenciarias, no. Lo peor es que en ese módulo, el de presos preventivos de la cárcel Sevilla-1, están varios miembros etarras y del GRAPO. Y al parecer, no están vigilados como debieran.

Por suerte en toda esta historia es que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha entonado un parcial 'mea culpa'e intenta enmendar el error solicitando el refuerzo de las medidas de seguridad. Pero de momento, un azotillo sí que se merecen, ¿no?